Los periodistas catalanes no avalan el autocensura religiosa

Una encuesta del 2010 explica que sólo un 14,2% lo aplicarían

periodistasEl ataque contra la revista Charlie Hebdo ha hecho que se reavive el debate sobre si los medios tendrían que imponerse límites para no ofender las sensibilidades religiosas. En este contexto, una encuesta publicada el 2010 puede servir como punto de partida para determinar cuál es la predisposición de los periodistas catalanes a la hora de asumir autocensura en estos asuntos. El estudio, coordinado por Salvador Alsius (en calidad de profesor de la Universitat Pompeu Fabra), y publicado dentro de la colección Lexicon, consiguió la respuesta de 1.198 profesionales de la información: una muestra bastante amplia para considerar que los resultados son representativos del sentir de la profesión al país.

La constatación más evidente es que sólo una minoría de periodistas catalanes (un 14,2%) aceptan el autocensura para no ofender las creencias religiosas. Es una cifra muy baja, si se tiene en cuenta que un 31,8% de los profesionales sí que consideran que el autocensura es justificable en nombre del “buen gusto”. En esta pregunta, el derecho a la vida era lo más respetado: un 86,3% de los informadores creen que hay que aplicar autocensura si se puede poner alguien en peligro (por ejemplo, revelando la identidad de alguien perseguido).

Los catalanistas, más laxas

La encuesta cruzó datos con un doble eje ideológico. Por un lado, el tradicional que divide entre progresistas y conservadores. De la otra, el que separa catalanistas de españolistas. Y los datos muestran conductas diferentes. Así, entre los periodistas que se consideran de izquierdas, sólo un 12,5% están de acuerdo a limitar la información basándose en justificaciones de carácter religioso. Por el contrario, entre los profesionales conservadores el porcentaje se eleva hasta un 27,3%. Al estudio se ven unas proporciones similares si se ponderan los datos por la adhesión a un proyecto nacional o a otro: los catalanistas tienden a ser más permisivos y sólo un 13,5% impondrían límites a las noticias basándose en consideraciones de orden religioso. Entre los periodistas españolistas, un 29,9% se declaraban a favor de trazar un límite con las cuestiones relativas a las creencias.

La encuesta también preguntaba específicamente por las caricaturas de Mahoma, que sólo un 19,1% de los profesionales dejarían de publicar. El porcentaje es muy similar al 18,7% que optarían para retirar una caricatura de Jesús. Y en los dos casos son respuestas con muy poca adhesión, comparadas, por ejemplo, con las imágenes escatològiques, que son rechazadas por un 88,3% de los encuestados. Eso sí, la blasfemia recoge un 42,2% de respuestas que avalarían la autocensura.

El trabajo también pedía qué fuentes se silenciarían. Mientras que un 50,9% omitirían una fuente de ideología nazi en una información, sólo un 13,4% lo harían si se tratara de alguien que fuera irrespetuoso con las religiones no católicas.