agujero-espacial-o-basura-espacial

¿Qué es la basura espacial?

Lo que se conoce como basura espacial, son los objetos artificiales e inservibles que se encuentran orbitando alrededor del planeta tierra. Dentro de estos restos de basura se encuentran fragmentos de explosiones, restos de satélites despedazados o que ya llevan muchos años en el espacio, también restos de cohetes y sus componentes, partículas de polvo y pintura.

Basura espacial: Toneladas de chatarra que prometen crecer aún más

En la actualidad, una gran cantidad de chatarra espacial se encuentra orbitando alrededor del planeta, en el pasado 2019 las estimaciones eran de más de 7.000 toneladas, cantidad que seguramente va a subir mucho de aquí al 2030 debido a la cantidad de lanzamientos de satélites que se siguen realizando.

Pero no se trata solo de la cantidad de basura que arrojamos al espacio, ya que hay que también detenerse a pensar que esta contaminación que nos parece lejana muy bien nos puede afectar directamente.

Por ejemplo, con las comunicaciones de datos de aquellos satélites que están activos y que cumplen una función importante.

El problema radica en que estas piezas, partículas y restos de basura se encuentran yendo de una lado a otro en la órbita espacial, sin ningún tipo de control  y a velocidades tan grandes que ciertamente suponen un riesgo para los satélites activos, para las estaciones espaciales e incluso para los cohetes.

Un problema que tiende a agravarse de cara al año 2030, debido a que se estima que la cantidad de más de 7.000 toneladas se va a duplicar para entonces.

La basura espacial impacta en la tierra

  • Algunas piezas grandes pueden llegar a impactar con la tierra, de hecho, los expertos de la Agencia Espacial Europea señalan que al menos unos 40 impactos se producen al año, solo que antes de ingresar a la atmosfera terrestre se desintegran.
  • Los inminentes accidentes espaciales que pueden suceder producto de la chatarra que se mueve sin control en el espacio, han conseguido poner a los expertos muy alertas de la situación.
  • Estos han recomendado que se busquen los mecanismos necesarios, que permitan conocer la posición de estos residuos, hacer una revisión contínua por medio de telescopios y radares, con el propósito de contar con un sistema de alarma temprana de posibles impactos contra la tierra, colisiones en órbita y meteorología del espacio.
  • Estos especialistas reconocen que la monitorización de toda esta basura espacial supone un tremendo reto, debido a que la pieza más pequeña de apenas 1 cm por ejemplo, puede ocasionar daños enormes en un satélite en funcionamiento, debido a las grandes velocidades con las que circulan de un lado a otro.
  • Más alarma se genera al conocer que al menos unos 18.000 objetos alcanzan un tamaño superior a los 10 cm, ya que su capacidad de ocasionar mayor destrucción en muy elevada.

  • También se conoció que hay unos 750.000 objetos que miden casi un centímetro y otras 150 millones de trocitos de basura de menos de un centímetro.
  • Todos suponen grandes posibilidades de daños para naves espaciales, estaciones espaciales y satélites operativos, lo que hace apremiante la búsqueda de soluciones.
  • Han enfatizado en que urgen las soluciones ya que el impacto de un fragmento de 10 cm con cualquiera de estos objetos operativos, puede suponer una fragmentación de gran magnitud mientras que una de apenas 1 cm tiene la capacidad de penetrar el escudo de una estación espacial.

De dónde salen estos fragmentos y piezas de chatarra

  • Provienen de la colisión de objetos entre sí, de las explosiones de cohetes y satélites en órbita, todo lo cual hace que estos fragmentos de multipliquen sin ningún tipo de control y sin que hasta ahora sepan qué hacer con ellos.
  • Mientras el tema de la basura espacial, va adquiriendo otras dimensiones y se va convirtiendo en un problema de carácter global, al que hay que conseguirle soluciones en un corto plazo.
  • Una buena medida para minimizar la creación de más basura seria evitar más lanzamientos, sin embargo la carrera espacial y la competitividad entre naciones que son potencias mundiales, no dejan de promover más satélites y pruebas en el espacio, por lo que estamos muy lejos de dar con una solución por este lado.
  • Además, una gran parte de las actividades que realizamos en el planeta día tras día, dependen cada vez más de esos satélites que están en el espacio. Desde actividades muy simples como consultar la página de tu banco o mirar la programación de canales de televisión.
  • Imaginar que una pieza tan pequeña (1 cm) pueda dañar severamente alguno de los satélites de telecomunicaciones de los que dependemos, y que esto a la vez produzca nuevas partículas y trozos de chatarra resulta realmente preocupante.

¿Qué proponen para evitar la basura espacial?

La profunda preocupación ha hecho que surjan algunas propuestas con miras a evitar o hacer frente al problema de la chatarra en el espacio, propuestas que son sostenibles y a bajo coste, como por ejemplo:

Uso de cables electrodinámicos

Consiste es utilizar un satélite provisto de estos cables que utilizando el magnetismo del planeta, consiga atraer la basura y disminuir la velocidad. Una vez dentro de la atmosfera terrestre, los objetos se desintegrarían.

Simulador para amarras electrodinámicas

La propuesta consiste en el diseño de un tipo de amarre que se acoplaría a los satélites, con el propósito de que se enrollen tal como un carrete y de desplieguen cuando el satélite deje de funcionar.

Así, los desechos serían llevados desde la órbita espacial hasta la atmósfera terrestre, provocando su desintegración.