Mascar chicle es un hábito muy común en las personas, ya que son muchos los que utilizan esta chuchería para calmar la ansiedad, sustituir el tabaco, sentir saciedad entre otros. Lo recomendable es consumirla con moderación.
¿Se puede considerar alimento al chicle?
El chicle no es un alimento, es tan sólo una goma con sabor que en exceso produce según expertos acidez, gases, diarrea e irritación debido al efecto laxante del sorbitol.
Odontólogos señalan que los chicles que contienen sacarosa son peligrosos para la salud dental. Este hidrato de carbono permite que las bacterias lo transformen en ácidos, estimulando la desmineralización de los tejidos dentales.
¿Sabías qué…?
El chicle es originario de México y se obtiene del árbol Manilkara zapota. En el siglo XVI, los mayas masticaban la savia de la planta (tzictli) y por su forma de evolución no existe un inventor definido. En el mercado se conoció por primera vez en 1848 cuando John Curtis sacó al mercado el ‘State of Maine Pure Spruce Gum’.
Después William Semple en 1869 patentó la goma de mascar, que junto al ingenio de Walter Diemer, en 1928 aparece el ‘Dubble Bubble’, llamado chicle globo. En el siglo pasado y en los años cincuenta, nacería el chicle sin azúcar.
Afirmar si es bueno o no mascar chicle es motivo de discusión por parte de especialistas, ya que unos están a favor y otros no tanto, aunque lo importante es no abusar.
Los que están a favor del chicle consideran que este calma la ansiedad por su efecto sedante. Se ha comprobado que en momentos estresantes reduce la ansiedad debido a que durante el proceso de masticar hay un mayor flujo de sangre al cerebro.
En 1941 y durante la guerra se les repartía chicle a los soldados de Estados Unidos para aliviarles el estrés. También aumenta el flujo de saliva, la enzima que esta posee contrarresta el ácido de las bebidas y los alimentos, además la saliva favorece la neutralización del ácido en el estómago y beneficia a los dientes, ya que este tiene fosfato de hierro y calcio.
En el caso del chicle sin azúcar la aparición de las caries se redujo bastante por el xilitol, quien impide que se desarrolle el streptococcus mutans, la bacteria causante de la misma.
Aquellos que mastican chicle diariamente y en varias ocasiones tienen menos antojo de comer cosas dulces y por consiguiente les reduce el apetito. Es conveniente optar por los de sabor a frutas y obviar los de sabor a menta, aunque sus componentes contraen las paredes del estómago aliviando las náuseas.
También existen los famosos chicles con nicotina que ayudan a los amantes del tabaco a dejar de fumar.
Según la Medicina del Comportamiento, comerlo aumenta la concentración, el rendimiento cerebral y mejora el estado de alerta y se estimula el hipocampo que juega un papel importante en la memoria.
Hay investigadores que lo están estudiando con uso medicinal. Por ejemplo en Canadá se está probando en enfermos de diabetes del tipo 2, un chicle que contiene metformina, fármaco que controla la glucosa.
¿Beneficios o contraindicaciones?
Por su parte y los que están en contra de la conocida y apetecida goma de mascar, dicen que no es un alimento y no hay que abusar de él, especialmente los que sufren de gases intestinales y gastritis.
Consumir chicles con azúcar engorda y provoca caries, ya que en algunos de estos se emplea el aspartame, edulcorante que contiene una sustancia peligrosa llamada fenilalanina. Para aquellas personas que padecen fenilcetonuria es peligroso, ya que es una enfermedad hereditaria que afecta el desarrollo cerebral.
Asimismo los que poseen sorbitol pueden causar dolor estomacal y diarrea crónica si se consumen en exceso. En niños o adolescentes provoca migraña y hay que recordar que la halitosis está relacionada con problemas digestivos y de salud dental.
Expertos maxilofaciales y traumatólogos manifiestan que mascarlo con fuerza afecta las articulaciones temporomandibulares y estas al desgastarse alteran el cierre de la boca.
Para los que acostumbran apretar los dientes al dormir no deben abusar de la goma debido a que origina dolor en la mandíbula y por consiguiente dolores de oído y muelas. Se demostró que el chicle se pega en los empastes de mercurio (amalgamas), liberando la neurotoxina al cuerpo a través del torrente sanguíneo, estimulando procesos oxidativos en los tejidos.
Las normas de etiqueta expresan que mascar chicle en público no es una muestra de buenos modales. Es mejor intentar no hacerlo, ya que mientras la persona habla queda al descubierto y es de mal gusto. Tampoco te aconsejamos que juegues con el chicle, es decir, realices pompas con él, ya que se corre el riesgo de que explote sobre el rostro.
Finalmente lo recomendable es utilizarlo ocasionalmente, masticarlo con cuidado y manteniendo la boca cerrada. Después de una comida ayuda a controlar los ácidos digestivos del estómago, impidiendo el reflujo. Como la producción de saliva aumenta y esta tiene propiedades antibacterianas puede deshacerse de ácidos o azúcares que permanecen en la boca.