Google abrió jueves la caja de los truenos de la delicada relación entre la prensa y los servicios de internet, anunciando que su servicio Google Noticias dejará de funcionar en España a partir del próximo martes. Además, la empresa también dejará de indexar las noticias de los medios digitales españoles en las más de 70 versiones internacionales del servicio. Se trata del primer país donde el gigante de la red cierra este agregador de titulares de prensa digital desde que lo creó en 2002, hecho que ha potenciado una repercusión internacional que no favorece mucho la Marca España.
Google explica en un comunicado que el cierre se debe de al artículo 32 de la nueva ley española de propiedad intelectual (LPI), aprobada el mes pasado al Congreso con los votos del PP, y que obliga cualquier publicación digital española, lo quiera o no, a cobrar a los servicios agregadors un canon para reproducir cualquier fragmento de su contenido, por breve que sea. Es decir: si una web proporciona visitas a otra, encima le tendrá que pagar para hacerlo. Cómo que Google Noticias no contiene publicidad, no genera ingresos directos a Google y, por lo tanto, Google no considera que tenga que compensar los editores para nada y prefiere cerrar.
Quizás el nuevo precepto legal podría tener sentido en el caso de las numerosas páginas web que hacen negocio reproduciendo masivamente contenido ajeno sin permiso ni compensación del propietario, pero imponerlo en el caso de titulares enlazados -que es el que hacen Google Noticias, Meneame.net y tantos otros- no sólo atenta contra el espíritu de la web, sino que también equivale a dispararse al pie para sus impulsores, los editores tradicionales de prensa #agrupar en la patronal AEDE, porque los privará de una parte considerable de sus visitas, sobre todo desde la América Latina.
Que el gobierno del Sido haya conseguido promulgar esta norma es tan revelador de la miopía de las empresas de AEDE respecto a la web cómo del desconocimiento de los legisladores, que quedó patente durante su pintoresca tramitación parlamentaria. El mismo comunicado del ministerio de Educación y Cultura en reacción al anuncio de Google resulta preocupante: desde el titular hablando de “tasa Google” hasta la intrigante referencia a futuras negociaciones entre las partes implicadas, que parece abrir la puerta a vestidos a medida en la redacción del reglamento de aplicación de la LPI.
El peor es que, en realidad, la norma es innecesaria e inútil. Innecesaria porque los medios de prensa que se consideren perjudicados porque Google Noticias indexa su contenido pueden evitarlo añadiendo una simple línea al código de sus páginas web. E inútil porque en otros países, como Alemania, Bélgica y Francia, ya se ha comprobado que los principales perjudicados para no ser al agregador de titulares de Google son los mismos medios, que han acabado rogando a la empresa que vuelva a incluirlos para intentar recuperar las visitas perdidas con la ausencia.
Tendremos que esperar al día 16 para #ver qué efectos prácticos tiene el cierre de Google Noticias sobre la visibilidad del contenido de los medios de comunicación españoles. Google ha confirmado que su buscador genérico continuará indexándolo, pero en igualdad de condiciones que cualquier otra página web. De forma que si un gran medio quiere ver destacada su información en los resultados de busca, quizás tendrá que contratar a la misma Google unos anuncios que le costarán más que el que haya conseguido ingresar en concepto de canon. El penúltimo episodio del serial Google Noticias ha sido por ahora la reclamación al gobierno español y a la Unión Europea porque impidan el cierre del servicio, formulada por el AEDE en un comunicado a última hora del mismo jueves, y que hace evidente que los medios tradicionales no confían mucho en la fortaleza de los vínculos que los unen a sus lectores. Quizás no habrá que esperar a la primera reunión de los comités de dirección de los grandes medios españoles después del cierre de Google Noticias, con cada responsable digital explicando a su director general el motivo de la caída de visitas a la edición web. De momento, a los gabinetes de comunicación de empresas y organismos públicos ya sufren por cómo harán los resúmenes diarios de prensa a partir de martes.
De todas maneras, los internautas catalanohablantes que seguimos la actualidad con una óptica catalana no nos veremos muy afectados por el cierre de Google Noticias: cómo que el servicio sólo indexa medios de comunicación escritos en español, los escritos en catalán no desaparecerán porque ya no estaban presentes. Este es un caso más de la carencia de peso real del catalán en el mundo digital: aunque las interfaces de la mayoría de los grandes servicios de internet estén disponibles en nuestro idioma, el contenido no lo está ni puede estarlo: a Twitter no se pueden segmentar los tuits por idioma, a LinkedIn no se puede subir el currículum en catalán, TripAdvisor borra los comentarios de hoteles escritos en catalán, no podemos dialogar en nuestro idioma con los asistentes digitales de móvil como Siri de Apple y Cortana de Microsoft, ni podremos hacerlo con los coches cuando acepten órdenes verbales en lenguaje natural. En cualquier caso, quizás que aprovechamos la ocasión para discutir cómo queremos que sea la ley de propiedad intelectual de un eventual estado catalán. Ojalá que los encargados de redactarla conozcan mejor la realidad de la red y sean menos dúctiles a los intereses de los lobis empresariales.